viernes, 5 de abril de 2013

Girls se vuelve chunga



Hace un par de semanas, Girls finalizó su segunda temporada y ayer mismo la serie volvió a salir a la palestra por la marcha de Christopher Abbott (Charlie) por "diferencias creativas" con la creadora y protagonista, Lena Dunham. ¿Se está convirtiendo Dunham en una persona con la que es difícil trabajar o le están creciendo los enanos? Sea como sea, toca hablar de cómo se ha desarrollado esta segunda temporada de la serie de HBO producida por Judd Apatow.


La nueva etapa de Girls se estrenaba el mismo día y casi a la misma hora en la que Lena Dunham arrasaba en los Globos de Oro el pasado 13 de enero. Su serie se llevaba el galardón más importante de la noche en el apartado de comedia y ella vencía a actrices consagradas como Tina Fey o Amy Poehler, anfitrionas, además, del evento, llevándose el galardón a mejor actriz de comedia a su casa. Para más inri, la premiere conseguía unos datos más que aceptables en audiencia y la crítica volvía a ser halagadora. Pero no todo el monte es orégano y, a medida que esta temporada se iba desarrollando, las muchas acusaciones que se le habían hecho el año pasado a la serie, volvían a repetirse e incluso a aumentar.

Una de las razones de esa crítica tan apabullante era, sin duda, el hecho de que Lena Dunham centrase buena parte del tiempo de los capítulos en su personaje, Hannah, y dejase prácticamente olvidadas a sus tres compañeras del reparto principal. Esto se vio especialmente en el quinto episodio 'One Man's Trash', en el que Hannah era la absoluta protagonista, compartiendo plano únicamente con el actor Patrick Wilson. Bueno, eso no es del todo cierto, los pechos de Lena Dunham y demás partes de su anatomía con las que ya estamos todos familiarizados también se llevaban su buen 80% del episodio. Y esa es otra de las razones por la que los espectadores se han revelado esta temporada: las tremendas ganas que tiene Dunham de mostrarse como su madre le trajo al mundo en cada episodio.



Seamos honestos, seguramente si la actriz tuviese un cuerpo precioso, a nadie le importaría que estuviese los 29 minutos que suele durar cada episodio enseñando cada centímetro de su anatomía y no habría tanta queja. Personalmente, me da igual que la muchacha tenga más o menos masa corporal y me parece de fábula que se sienta tan segura de su cuerpo para mostrárnoslo a todos o, por el contrario, que esta sea su terapia de choque porque, precisamente, no esté conforme con él. Sea como sea, si me tiene que enseñar sus lolas durante medio episodio como ocurrió en 'Bad Friend', cuando ella y Elijah se fueron de fiesta y, súper colgada de cocaína, se plantó una camiseta de rejilla sin sujetador, pues vale, me lo creo, pero que se ponga a jugar al ping pong casi completamente desnuda y se pase casi todo el episodio sin prenda alguna, cansa un poco, no porque sea desagradable de ver (a mi no me molesta), si no porque comprendo las escenas de desnudo hasta cierto punto, pero poner a gente desnuda (tías, especialmente, marca de la casa HBO, Showtime y demás) porque sí, porque se puede, no me parece lógico y no me gusta. Además me recuerda a este magnífico sketch de SNL parodiando a Juego de Tronos.



Pero, volviendo a Girls, aunque parezca mentira, los muchos (muchísimos) desnudos de la Dunham o su afán de protagonismo, no han sido las razones fundamentales de la revuelta creada en torno a la segunda temporada. Hasta el séptimo episodio, esta parecía absolutamente correcta, en consonancia con todo lo bueno (y malo) que había tenido la primera y destacando tanto como lo había hecho hasta ese momento, pero llegó el octavo episodio, el maldito 'It’s Back' y todo cambió. Con él, en mi opinión, Girls dejó de ser Girls para convertirse en un Física o Química con mejores actores y más presupuesto, pero el mismo dramatismo de película de siesta de Antena 3.

En este octavo episodio, descubríamos que Hannah padecía TOC (Transtorno Obsesivo-Compulsivo) desde hacía años, pero que lo tenía bastante controlado con medicación hasta que "¡pop!", volvió de repente. Intentan explicarnos que no, que no es que volviese de repente, es que como Hannah estaba agobiada porque tenía que escribir un libro, pero no tenía inspiración y se le fue acercando la fecha de entrega pero no tenía nada, así que dejó de tomar la medicación y (ahora sí) “¡Pop! Tu TOC ha vuelto”. Con la mandíbula desencajada me quedé yo al saber de su enfermedad y, sobre todo, al no haberse mencionado absolutamente nada durante los 17 episodios que llevaban emitidos hasta entonces y es que, con el descubrimiento, no sólo teníamos que empezar a modificar en cierta forma la percepción que teníamos de Hannah, si no que, en vez de amar-odiar a su personaje por lo que representaba, teníamos que empezar a sentir compasión por ella en un punto en el que simplemente te dan ganas de tirarla por la ventana con su pijama-saco naranja butano.


Pero el octavo episodio no sólo nos traía esa novedad, Marnie (Allison Williams) que había tenido una evolución considerablemente interesante durante esta temporada, al haber pasado de ser la más estable y realista de las amigas, a perder su trabajo, su pareja y buena parte de su cordura, decidía que lo que quería hacer con su vida era ponerse a cantar, dando uno esos momentos que yo tanto odio que son los de vergüenza ajena e incomodidad supina en el noveno episodio, cuando interrumpe la fiesta de su ex con una canción de letra ridícula que atrae la risa de muchos. En ese mismo episodio y ya con Jessa (Jemima Kirke) desaparecida en combate como, al parecer, su personaje hace tanto, otra protagonista, Shoshanna (Zosia Mamet), se marca un OOC (‘Out Of Character’) que llamamos los amigos de los fanfictions, dejando de lado su rol inocente y modoso para acostarse con un tío al que acaba de conocer al salir de una fiesta a la que su novio, Ray, ha decidido no acompañarla. Tras eso, no para de mentirle hasta que finalmente rompe con él en una escena de la season finale, que es lo único que no me disgustó de ese episodio.


El problema con este último tramo de la temporada no es tanto por el hecho de que haya un episodio al que se le ha ido la pinza, les pasa a las mejores series. El problema es que no sólo no han reculado, si no que ha ido a más, porque, como ya he comentado, el noveno es un despropósito tras otro (no me hagáis hablar del momento bastoncillo de los oídos) y el décimo y último, muta del drama de película de serie B al drama romántico trash al estilo Katherine Heigl meets Jennifer Lopez. 


En definitiva, una temporada que empezó fuerte y sólida y que se ha ido desmoronando poco a poco hasta decepcionarnos a muchos. Sin embargo, no pierdo la esperanza con Girls, creo que es una gran serie y que hay que mirar más allá de sus (tremendos) errores del tramo final y espero con ganas su tercera temporada para ver si se redime o hay que sentenciarla. 

Y a vosotros, ¿qué os ha parecido la segunda temporada? Os dejo con la perla del tercer episodio, esta escena con el 'I Love It' de Icona Pop de fondo que además podéis encontrar en nuestra lista de Canciones que nos recuerdan a series de Spotify y que sé que a mi compañera @uxama también le encanta.


5 comentarios:

  1. Has puesto palabras a absolutamente todos mis pensamientos con respecto a la segunda temporada. E incluso te has portado mucho mejor de lo que yo hubiera sido si hubiera tenido que describir mi grado de decepción. No has mencionado el capítulo que Jessa, una gigantesca pérdida de tiempo a la altura de aquel en el que Hannah volvía a su casa en la primera temporada. Ugh y los bastoncillos. Y ugh el momento tragicomedia romántica del final.

    Me quedo con la curiosidad de saber qué te parece el personaje de Adam!

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    1. Hola Julipy!

      Ante todo, gracias por el comentario. No he mencionado el episodio de Jessa porque, aunque no es mi personaje favorito, la verdad es que tanto ese, como el de Hannah en la primera temporada me resultaron bastante interesantes. Rara yo, porque sé que la gente suele odiarlos, jeje.

      Y sobre Adam, tengo sentimientos encontrados, la verdad es que no quería entrar a comentar la escena con Shiri Appleby, de la que se ha hablado tanto porque a estas alturas aún no tengo claro mi opinión, pero la verdad es que Adam es un personaje por que siento mucha indiferencia, en ocasiones me desagrada y en otras me infunde compasión e incluso incomodidad, pero desde luego, nunca le echo de menos cuando no sale. A ti qué te parece él?

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    2. La verdad es que es difícil porque la primera reacción que me causó este personaje en la serie fue absoluto asco. Pero después se me hizo cada vez más interesante, hasta esta temporada en el que ha quedado algo desdibujado y ha regresado el asco a mí. Es raro de narices y ya está, pero siempre esperaba sus apariciones con más curiosidad que cualquier cosa protagonizada por ejemplo por Marnie.

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    3. Es que lo de Marnie es para darle de comer a parte, no recordaba que fuese tan egoísta como nos han demostrado en esta segunda temporada! Vale que lo fue con Charlie, pero es que es alucinante cómo nos la han enseñado aquí. Habrá que ver la vida del personaje cuando el actor no aparezca en la tercera temporada...

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  2. Se nota que conoces cada uno de los capitulos de la serie Girls a la perfección. Yo al igual que tu espero la siguiente temporada, espero que Lena Dunham me sorprenda con nuevas aventuras y que logré cautivarme mas. Saludos!

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